Y de "Shine on you Crazy Diamond" siguieron, no necesariamente en este orden de lista: "Money", "In The Flesh", "Young Lust", "Wish you Were Here", "One of These Days", "Another Brick in The Wall (part 2)", "Time", "Us and Them", "Confortably Numb", "The Great Gig in the Sky", "Mother"...
La música sonó bien. El maestro Sal Velarde le hizo justicia a la guitarra de David Gilmour y el bajista Baldomero López, siempre detrás de la partitura, ejecutó con prudencia lo que en su tiempo hizo Roger Waters, aunque al inicio de "One of These Days" hizo un impromptu algo funky como para probar el efecto, como para anunciar que comenzaría la rola.
Tal vez esperamos más de "The Great Gig in the Sky" por que en las versiones originales se hace juego con tres voces pero en este concierto sólo una mujer (apellidada Collins) hizo el trabajo... se le aplaude.
La Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro, aunque detrás de The Surrogate Band, brilló con los arreglos bajo la batuta del Maestro José Guadalupe Flores en una simbiosis muy natural con los instrumentos de Rock progresivo, mientras una pantalla al fondo proyectaba imágenes alusivas a la música, a veces psicodélica, a veces nostálgica, a veces con escenas de la película "The Wall". Muchos pudimos pensar que en un concierto como este se emularía la parafernalia de la iluminación cambiante sobre el escenario, lásers y explosiones, pero lejos de esto podemos quedarnos con la sensación de haber presenciado un tributo de gran calidad musical.
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