Para muchas personas, este recuerdo es tan fresco, como si hubiera sucedido ayer, ya que esta desaparecida banda ha tenido seguidores que, más que simples fans, la han elevado al estatus de "banda de culto". ¿Cómo olvidar que, la segunda canción que tocó en este concierto fue Learning To Fly del álbum A Momentary Lapse Of Reason?. Cuando estalló el primer solo de guitarra, fue que nos dieron una probadita del juego de rayos láser que se ha convertido en una inconfundible marca que merodea por los recuerdos de los espectadores.
Es muy probable que en aquella época en la que el internet no se usaba como ahora, el álbum que promocionaba la gira, The Division Bell no fuera muy escuchado hasta ese momento, y a pesar de que había sido lanzado unas tres semanas antes, no había alcanzado el tiempo como para asimilarlo. Aún así, What Do You Want From Me, de este álbum, nos conectaba con la escencia de Gilmour y que el solo de guitarra inicial es exactamente el mismo de la canción Raise My Rent de su primer álbum como solista.
Durante Keep Talking (fotografía: cORTESÍA) |
Para potenciar el efecto de ensueño y euforia que puede causar la música de Pink Floyd, una pantalla circular permitía ver los sueños de celuloide de canciones como High Hopes, Shine On You Crazy Diamond, Money y The Great Gig In The Sky. Para el falso final del concierto, Confortably Numb elevó los ánimos de conocedores y no conocedores de todo el material discográfico. Para el encore: Hey You! y Run Like Hell y una gran explosión.
Fue de llamar la atención que familias enteras asistieran al concierto. Tal vez, muchos niños comenzaron su amor por la música de Pink Floyd ese mismo día.
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